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¿Cuál es el momento perfecto para hacer decretos y cuáles son los mejores momentos del día?

  • Foto del escritor: Alan Beckdorf
    Alan Beckdorf
  • 2 may
  • 3 Min. de lectura

Elegir el momento adecuado para hacer decretos puede marcar la diferencia entre una afirmación que se pierde en el ruido mental y una que penetra profundamente en el subconsciente. Aunque técnicamente puedes decretar en cualquier instante, hay ciertos momentos del día en los que tu campo energético y tu mente subconsciente están más receptivos. Aprovechar esos momentos es como sembrar semillas en tierra fértil.

1. Justo al despertar: Este es uno de los momentos más poderosos para decretar. Al despertar, tu mente todavía se encuentra en un estado de ondas cerebrales alfa o theta, lo que significa que el filtro racional está más relajado. El subconsciente está más abierto, y cualquier información que reciba se graba con mayor facilidad. Decretar en este estado te permite comenzar el día alineado, centrado y conectado con tu visión.

2. Antes de dormir: La mente subconsciente continúa procesando información durante el sueño. Si haces tus decretos justo antes de dormir, estás programando tu campo energético y mental para trabajar en eso durante la noche. Es una forma de entregarle tu visión al universo antes de soltar el control consciente. Además, al dormir con pensamientos positivos, tu descanso es más profundo y reparador.

3. En momentos de transición: Espacios como ducharse, caminar, manejar o tomar una pausa durante el día son excelentes para repetir tus decretos. En esos momentos en que tu cuerpo está en modo automático, puedes aprovechar para activar afirmaciones sin esfuerzo, vinculando la repetición con actividades que ya forman parte de tu rutina.

4. Después de meditar: Una vez que has calmado tu mente a través de la meditación, tu frecuencia vibratoria se eleva y entras en un estado de mayor claridad, enfoque y sensibilidad. Hacer decretos en ese estado aumenta su impacto, ya que no hay tanto ruido mental interfiriendo. Es como decretar desde el centro, desde la esencia.

5. Al experimentar emociones elevadas: Cuando estás feliz, agradecido, inspirado o en estado de gozo, tu campo energético se expande. Decretar en esos momentos es como lanzar una afirmación sobre un canal abierto y sin interferencias. Es la mejor vibración para anclar nuevos patrones en tu subconsciente y en el campo cuántico.

6. Cuando lo necesites emocionalmente: A veces no es cuestión de hora, sino de urgencia emocional. Si estás sintiendo duda, miedo o desánimo, repetir un decreto puede ayudarte a redirigir tu energía. Aunque en esos momentos la vibración no sea la más elevada, el acto de declarar una nueva verdad puede ayudarte a salir del bucle mental negativo.

7. En combinación con la escritura o el movimiento: Decretar mientras escribes en un diario, haces respiraciones conscientes o incluso bailas puede reforzar la integración del mensaje. No siempre se trata solo de repetir con la voz: se trata de vibrar en coherencia con lo que afirmas.

La clave no es solo cuándo decretas, sino cómo lo haces. De nada sirve decretar a la hora perfecta si lo haces sin emoción o presencia. Lo ideal es encontrar un momento donde puedas estar contigo, sentir lo que afirmas y repetirlo con intención clara.

En resumen, los mejores momentos del día para hacer decretos son:

  • Al despertar

  • Antes de dormir

  • Después de meditar

  • Durante actividades rutinarias

  • Al experimentar emociones elevadas

  • En momentos emocionales difíciles

Haz de los decretos un ritual sagrado. No como una obligación, sino como un encuentro contigo mismo. Porque en ese instante, no solo estás diciendo palabras: estás moldeando tu realidad.


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